Bueno pues después de acompañar a los romeros al comienzo del camino, nos animamos y nos fuimos al Rocío.
Visto y no visto, pero qué maravilla.
Dicen que el Rocío engancha y tienen toda la razón. El ambiente que se vive allí, es indescriptible. Las sensaciones y emociones en torno a la Virgen del Rocío, en la que se vive la fe, folclore, devoción y diversión.
Os dejo algunas imágenes para que disfrutéis del ambiente que allí se vive.